Quien es ella

En el 2017 le diagnosticaron retinitis pigmentaria, una enfermedad que hace perder la vista gradualmente, pero Catalina Reyes Galindo no se rindió y hoy es una de las mejores arqueras paralímpicas a nivel nacional. Además de representar a la Asociación de Tiro con Arco de UNAM, ganó dos metales, un oro y una plata en el Campeonato Nacional de Exteriores.

Arquera de Tacto

Guerrera invensible

Maestra Cati resaltó que el deporte le ayudó a salir de la depresión que le provocó el perder poco a poco la visibilidad: “Comencé a practicar hace seis meses y, en la medida en que iba tirando, sentía que me ayudaba porque podía hacer más cosas. Empecé a salir de la depresión, mejoré anímicamente y ahora es mi pasión”.

Lo primero que hizo Catalina fue ponerse en forma, principalmente ejercitó los brazos para poder ejecutar mejor cada tiro. Al mismo tiempo su entrenador, Gabriel Vera Franco, ideaba un mecanismo para que ella pudiera potenciar su poca visibilidad y conseguir que la flecha diera en el blanco.

“Los arqueros convencionales tienen la mira en la vista, pero para mí es al tacto. El entrenador me inventó un atril, que es la mira que ocupo para tirar, en uno de los nudillos. Siento el atril que él acomoda con dirección a la paca y así es como intento darle a la diana”, explicó la arquera.

Reyes Galindo contó, con sus dos medallas en mano, que la Asociación de Deporte Adaptado de la UNAM la ha apoyado en su desarrollo como atleta, y que los beneficios que trae practicar una disciplina deportiva nos solo se ven reflejados en el aspecto físico, sino también en el entorno que rodea al atleta.

“Emocionalmente y físicamente me ha ayudado mucho. El ambiente con el equipo también me ha fortalecido, somos equipo, nos vemos como familia. Algunos de mis compañeros tienen condiciones de psicomotricidad, veo que hay problemas muy fuertes y ellos no se quejan, eso merece mi admiración”, afirmó la atleta.

 
 
 
No renuncies. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón.
Maestra Cati
Arquera de tacto

Un hábito que transforma

El ejercicio no solo cambia tu cuerpo, cambia tu mente, tu actitud y humor.